Mateo Mate. La cara oculta

11 de septiembre / 14 de diciembre de 2014

Un bastidor sobre lienzo en vez de un lienzo sobre bastidor. El cuadro nos ofrece su cara nunca vista, su cara nunca iluminada, siempre oculta. ¿Qué misterios encierra? La cara oculta nos esconde un sistema normalizado y cerrado en el que la creación está condicionada. Los artistas contemporáneos no sospechan que sus formatos de creación corresponden a una ley ya pactada por otros.

Según Foucault: “Lo Normal se establece como principio de coerción en la enseñanza con la instauración de una educación estandarizada y el establecimiento de la escuelas normales; se establece en el esfuerzo por organizar un cuerpo médico y un encuadramiento hospitalario de la nación capaces de hacer funcionar unas normas generales de salubridad; se establece en la regularización de los procedimientos y de los productos industriales”. De ahí nacen las ideas de normal y anormal, que determinan un modelo de sociedad cada vez más homogéneo.

Este afán por estandarizar toda la estructura social surgió en Francia en el siglo XIX. De él no se sustrajo la Academia de Bellas Artes de Francia; idearon un sistema de medidas oficiales para controlar todos los formatos pictóricos. Medidas universales de bastidores se refiere al sistema de numeración internacional para las medidas de largo y ancho del bastidor de un lienzo de pintura. Para normalizar los formatos de lienzo utilizados por los artistas para cada temática existen tres series o
formatos diferentes: «figura», «paisaje» y «marina» que a igual largo varían en anchura. El sistema de medidas normalizadas permitió la fabricación en serie en el siglo XIX; también se llama «lienzo tradicional europeo». Es el sistema todavía vigente en todos los lienzos a la venta en occidente. A un modelo de sociedad le corresponde un modelo de arte.