Pipo Hernández. Luz de Occidente
Las obras de Pipo Hernández Rivero plantean dudas acerca de todo tipo de certeza cultural, para lo que habitualmente utiliza un planteamiento binomial (imagen-texto).
Este dialogo no resuelto promueve un replanteamiento crítico del espectador evidenciando que a menudo la estandarización de determinados discursos genera exclusión de voces.
En Luz de occidente, el artista nos ofrece una reconsideración de lo pictórico a partir de estructuras formales y conceptuales, de un minimalismo descoyuntado y jerarquías lumínicas que actúan como los ejes de sus instalaciones.
Son obras en las que se ven involucradas tanto la luz ambiente como lámparas inútiles, como en la pieza que da título a la exposición, “Luz de occidente” en la que la introducción de versos de himnos nacionales establece un hilo conductor que se ensambla con una estructura de lámparas apagadas, una pieza en la que a cada una de sus partes le es negada su identidad de uso.
De esta forma el artista valora la complejidad relacional de las posibilidades de una pintura admisible para el siglo XXI.
Mateo Mate. La cara oculta
Un bastidor sobre lienzo en vez de un lienzo sobre bastidor. El cuadro nos ofrece su cara nunca vista, su cara nunca iluminada, siempre oculta. ¿Qué misterios encierra? La cara oculta nos esconde un sistema normalizado y cerrado en el que la creación está condicionada. Los artistas contemporáneos no sospechan que sus formatos de creación corresponden a una ley ya pactada por otros.
Según Foucault: “Lo Normal se establece como principio de coerción en la enseñanza con la instauración de una educación estandarizada y el establecimiento de la escuelas normales; se establece en el esfuerzo por organizar un cuerpo médico y un encuadramiento hospitalario de la nación capaces de hacer funcionar unas normas generales de salubridad; se establece en la regularización de los procedimientos y de los productos industriales”. De ahí nacen las ideas de normal y anormal, que determinan un modelo de sociedad cada vez más homogéneo.
Este afán por estandarizar toda la estructura social surgió en Francia en el siglo XIX. De él no se sustrajo la Academia de Bellas Artes de Francia; idearon un sistema de medidas oficiales para controlar todos los formatos pictóricos. Medidas universales de bastidores se refiere al sistema de numeración internacional para las medidas de largo y ancho del bastidor de un lienzo de pintura. Para normalizar los formatos de lienzo utilizados por los artistas para cada temática existen tres series o
formatos diferentes: «figura», «paisaje» y «marina» que a igual largo varían en anchura. El sistema de medidas normalizadas permitió la fabricación en serie en el siglo XIX; también se llama "lienzo tradicional europeo". Es el sistema todavía vigente en todos los lienzos a la venta en occidente. A un modelo de sociedad le corresponde un modelo de arte.
Jordi Teixidor. Pintura
Considerado uno de los máximos representantes de la abstracción española, Jordi Teixidor (Valencia, 1941) ha expuesto en galerías de España y Europa. Ha participado en la Bienal de Venecia e instituciones como La Academia Española en Roma, Caja Burgos, o el IVAM le han dedicado muestras individuales a su trabajo.
Heredero del expresionismo abstracto de Rothko, Ad Reinhardt y Barnet Newman, del que toma el uso de líneas verticales, Teixidor es reconocido por sus pinturas casi monocromas y por el uso riguroso del color negro, que en estas ultimas obras aparece enmarcado, no con marco, potenciando esa profundadida del vacio que da el espacio desconocido.
Formatos alargados con bandas a modo de dintel enmarcan espacios vacíos de color. La forma tan matisssiana de la ventana, siempre presente en Teixidor, se convierte esta vez también en puerta. Una puerta que puede ser la del templo y que acaba relacionándose con el altar. Un espacio que hay que recorrer, pero que primero es necesario atravesar. Una metáfora más que un simbolismo.
La utilización de rojos o amarillos son la contraposición al negro y en los formatos, y los encuadres hay una clara referencia a la evocación del ritual del retablo o del icono. Son obras que precisan una aproximación pausada, reflexiva. Se trata, al fin y al cabo, de pintura, sin concesiones, y con una deliberada presencia de lo manual, que nos lo recuerde. Y la misma exigencia en la realización de la obra se requiere en su contemplación.
Su obra se puede encontrar en las colecciones del Guggenheim de Nueva York, el MNCARS en Madrid, el IVAM en Valencia, la Fundación Juan March, el Banco de España, Ministerio de Asuntos Exteriores, Colleccion Stuveysan en Amsterdam, el Museo Patio Herreriano, el CAAM de Las Palmas, el Museo de Arte Moderno de San Francisoc, la Fundación La Caixa, el Museo de Berkeley..., etc.
Chiharu Shiota. Earth and blood
Chiharu Shiota, Osaka 1972, presenta en esta última exposición una serie de trabajos que exploran su relación con la naturaleza y su cuerpo. Se trata de una video instalación compuesta por seis vídeos, y una instalación con un vestido, para ella símbolo de una segunda piel, algo tan cercano al cuerpo como la tierra, y portador de las memorias de la persona que lo utilizado en diversas ocasiones.
En su trabajo Chiharu Shiota utiliza lana, ventanas rotas, zapatos y trajes usados. Si por un lado estos objetos nos generan un inquietante sentimiento de repulsión, por otro reavivan recuerdos del pasado que hemos acumulado con el paso del tiempo. Creando una atmosfera opresiva y claustrofóbica con la estructura de lana, sus instalaciones nos sitúan en un lugar onírico, donde desarrollamos cierto estado de ansiedad. Tratando de reponerse emocionalmente de un aborto, la artista comenzó a trabajar con la tierra como forma instintiva.
“Con la exposición aproximándose pensé si realmente tenía que trabajar sintiéndome así. Entonces el titulo Tierra y Sangre me vino a la cabeza, y me sentí totalmente invadida por un torrente de tristeza, angustia y ansiedad. Al final muestro unos videos y unos dibujos extremamente oscuros. Quería cubrir mis sentimientos pero simplemente no pude ocultarlos".
Enlazando con los performances que realizo en los primeros años de su carrera, la artista recupera en esta última obra la reflexión acerca de su cuerpo, y expone su intimidad de una manera descarnada.